La información, presentada por la Universidad de Duke en Estados Unidos, demuestra que los aficionados a los videojuegos pueden “extraer más información de una escena visual que la mayoría de nosotros”. Para demostrarlo, el experimento consistió en una prueba de memoria visual a través de la cual durante tan solo una décima de segundo, aparecía en una pantalla un conjunto de 8 letras dispuestas en forma circular. Unos instantes después, se mostraba una flecha que señalaba a uno de los puntos donde antes había una letra. Y los participantes debían averiguar qué letra había estado antes allí.
A la hora de los resultados, quienes obtuvieron los mejores fueron aquellos que dedicaban muchas horas del día, a contraparte de los que nunca jugaban. Se barajea que la posibilidad de ello se deba a: una mayor memoria visual, una mejor visión o la capacidad de tomar decisiones con la información disponible que poseen la mayoría de los jugadores.
Estudios previos habían demostrado que los aficionados a los videojuegos son más rápidos respondiendo a estímulos visuales y capaces de seguir la pista de más elementos que quienes no pasan tiempo con videojuegos. Habrá que esperar más estudios que presenten la ventaja de estas prácticas.
